Si una parte de nuestro cuerpo sufre las consecuencias del paso de los años, el sobrepeso y la fuerza excesiva es, sin dudas, el tejido duro y flexible que conforma nuestras articulaciones y actúan amortiguando y facilitando el movimiento de nuestros hombros, codos, muñecas y rodillas.
Por su importancia, y porque constituyen un motivo de preocupación constante para todos, independientemente del sexo y la edad, te proponemos 7 consejos clave para mantenerlas en correcto estado y poder seguir disfrutando de su buena salud por mucho más tiempo.
1. Practica ejercicios moderados de forma regular
Aunque su intensidad debe depender siempre de tu edad y de tu estado físico, este tipo de actividad física es la mejor forma de mantener una musculatura adecuada. No se trata de conseguir grandes músculos, sino de fortalecerlos para que ayuden a los huesos a sostenernos sin sobrecargar las articulaciones. ¡Camina, nada, monta en bici! Cualquier deporte que no suponga tener que correr o saltar (provocan un mayor desgaste articular) contribuye a preservar este importante tejido.
2. Come sano
Una dieta variada y balanceada constituye la mejor manera de obtener los nutrientes necesarios para fortalecer nuestras articulaciones. ¿Sus componentes? Más frutas y verduras y menos embutidos; abundante aceite de oliva crudo (para las ensaladas o en los platos de verdura); pocas grasas animales y alcohol; y que no falten los lácteos (fundamentalmente para fortalecer los huesos), las proteínas (para los músculos) y las vitaminas A, C y D.
3. No le temas a la suplementación
Aunque una alimentación equilibrada puede proporcionar casi todos los nutrientes que necesitamos, practicar actividades físicas con frecuencia o determinadas necesidades específicas demandan un aporte extra de nutrientes para suplir las deficiencias que se generan en nuestro organismo. Suplementos alimenticios como los que incluyen calcio y magnesio, vitaminas (como la A, la C y la D), metilsulfonilmetano (MSM), sulfatos de glucosamina y condroitina y colágeno resultan realmente beneficiosos. El uso geles específicamente diseñados para cuidar las articulaciones también ayudan a aliviar el dolor y a reducir la inflamación, además de contribuir a acelerar la recuperación muscular y articular.
4. No descuides tus horas de descanso
El descanso es fundamental para evitar el desgaste en las articulaciones. Además de dormir en una buena postura (lo mejor es de lado, con las rodillas dobladas) y escoger una almohada que no sea muy alta, debemos prestar atención al modo de sentarnos y a la repetición de movimientos que recarguen siempre las mismas articulaciones (sobre todo en el trabajo).
5. Realiza estiramientos suaves cada día
Estirarnos después de una rutina intensa de ejercicios o simplemente al terminar una agotadora jornada laboral sin duda ayuda a aliviar la tensión sobre nuestras articulaciones, y por lo tanto, a mantenerlas en buena forma.
6. Evita el sobrepeso
Los kilos de más pueden producir sobrecarga en huesos y articulaciones y aumentar el desgaste de estas últimas.
7. Atención con las caídas
Reduce el riesgo de caídas y no hagas esfuerzos por encima de tus posibilidades reales. Es importante no olvidar que la imprudencia es el principal factor de riesgo.